Después de un primer periodo administrativo muy mal calificado por la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY), quien en la revisión de la cuenta pública del 2020 del Edil determinó un bajo control y transparencia en el manejo de sus recursos públicos. Ahora el alcalde se mantiene bajo las sombras de la total impunidad y con el peligro que los recursos públicos terminan en malos usos.
Ante esta situación es sumamente importante que cuando un organismo público señala que un municipio tiene un ambiente de control, un nivel administración de riesgos, con una supervisión nula, significa que no ha habido un buen manejo de los recursos públicos en ese municipio.
En Realidad... es que el escándalo político de un presidente corrupto perteneciente al partido en el poder no es “políticamente bueno” ante la cercanía de los tiempos electorales. Por otro lado habrá que esperar que sucede en el municipio en cuanto a la conformidad de los ciudadanos y sus acciones realizadas.
Comments