La situación en Campeche con su seguridad y sus policías ya es alarmante.
Alrededor de 700 elementos de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana tomaron las instalaciones en señal de protesta, una clara señal de alarma. Esta acción, motivada por denuncias de malos tratos, solo refleja las tensiones internas dentro de la fuerza policial. También plantea preocupaciones más amplias sobre la Dirección de Seguridad en este estado.
En un gesto histórico, los ciudadanos han acudido a la ayuda de los policías en paro, llevándoles gasolina y alimento, sin embargo, estos también subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de una solución urgente.
La comparación con los niveles de inseguridad de estados vecinos como Quintana Roo o Tabasco es alarmante; la percepción de Campeche que tradicionalmente era considerado "el estado seguro" podría estar adoptando un camino similar a Quintana Roo. Esto agrega una capa de preocupación para los residentes y las autoridades por igual.
Este paro laboral de la Policía de Campeche no solo es un llamado de atención sobre las condiciones laborales de los oficiales de policía, sino un recordatorio de la importancia crítica de mantener altos estándares de seguridad y bienestar para todos los ciudadanos.
Yo he manifestado mi postura hacia las acciones de López Obrador, pero es claro que donde está su partido no hay seguridad. La gobernadora Layda Sansores ha perdido el control de su policía y la tranquilidad en Campeche, por eso estas elecciones debemos pensar bien nuestro voto y no irnos por el partido; escoger bien al más experimentado y los más capaces para sobrellevar nuestro estado.
Opinión de Fernando Salvador.
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