La Península de Yucatán es conocida por tener una gran reserva de agua que se distribuye en varios estados como Quintana Roo, Campeche y Yucatán. Pero según datos según datos de la CONAGUA, en el 2020 se registró una reserva de 2,386.82 hm3 al año, sin embargo, su pureza está siendo amenazada y las consecuencias podrían ser dañinas para el estado yucateco.
Hay varios factores que han atentado contra la calidad del agua. Desde que empezó la construcción del Tren Maya las quejas de ambientalistas y comunidades no han faltado. Las redes sociales han sido una de las plataformas por la que muchos colectivos denuncian la contaminación de los cenotes yucatecos, entre otras cosas, por la presencia de cemento en ellos.
Las mega granjas porcícolas que están en Yucatán también están contribuyendo a la contaminación del agua y todo tipo de denuncias han llegado al gobierno del estado. Pero las autoridades hacen caso omiso del asunto y sólo benefician a las grandes empresas porque Yucatán es el cuarto productor de cerdo en el país. Hablando en números, en el 2020 la producción de esta carne subió de 144 mil a 147 mil toneladas, lo cual indica la magnitud de la contaminación del agua en las comunidades.
Pero las industrias y la construcción no son el único problema, en los primeros seis meses del año casi no llueve, hay mucho calor, poca humedad y también algo de sequía.
En 2020 y 2021 la sequía fue tal que afectó a algunas zonas del interior de Yucatán y los cultivos sufrieron las consecuencias, pero en el 2022 la situación se revirtió porque la época de sequía no tuvo grandes consecuencias.
En Realidad, un Informe del Consejo de Cuenca Península de Yucatán mencionó que entre el 2003 al 2020, la disponibilidad del agua bajó a un 59%. Por eso, es necesario que el gobierno tome medidas para que su calidad no se afecte y los yucatecos puedan disfrutarla.
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