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Los cenotes podrían ser considerados sujetos de derecho

Los activistas de Kanan Ts’ono’ot (Guardianes de los Cenotes) llevan años luchando por la preservación de la Reserva Geohidrológica “El Anillo de Cenotes” y han sido ignorados. Ahora quieren acabar de una vez y por todas con las amenazas que sufre a diario la zona que incluye los municipios Cuzamá, Homún, Sanahcat, Huhí, Hocabá y Eknakán y por ello piden que sean considerados sujetos de derecho.


Esto significa que tendrán una serie de beneficios y por tanto, ser tratados como una figura legal con derechos. Es decir, en caso de que ocurra algo con ellos no habría que demostrar que las comunidades aledañas se están afectando, porque los cenotes de por sí tienen derechos de protección por tener relevancia, entre otras razones, por favorecer el desarrollo de un ecosistema.


La lucha por los cenotes tiene al menos 7 años


Desde febrero de 2022, los activistas de Kanan Ts’ono’ot solicitaron a varias instancias que incluyen al presidente de México, al gobernador de Yucatán, el reconocimiento de los cenotes como sujeto de derecho. Al no tener una respuesta, a inicios de marzo de 2023 pusieron un amparo ante el Juzgado Cuarto de Distrito en Mérida para que se atienda la situación.


Para sorpresa de todos, una jueza de ese juzgado admitió el amparo y concedió la suspensión provisional, para proteger lo que es la Reserva Anillo de Cenotes. Ahora el grupo de activistas debe presentar las pruebas correspondientes para que se conceda finalmente dicho pedido que ojalá y esta vez sí funcione.


Alrededor de los cenotes se desarrollaron muchos asentamientos poblacionales mayas. Son considerados la entrada al inframundo espiritual y por tanto, son lugares sagrados para esa cultura. Por eso en su interior se han encontrado muchas ofrendas como joyas, cerámicas y utensilios que confirman su valor cultual.


En Realidad, en el área conocida como en Anillo de los Cenotes están concentradas cerca del 70% de las granjas porcícolas de Yucatán. Del total de ellas, menos de 20 cuenta con autorización de una Medida de Impacto Ambiental (MIA), lo que indica que hace falta una regulación legal que proteja los cenotes de la descontrolada explotación industrial.




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