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LAS DOS CARAS DEL COMERCIO EN LAS COSTAS YUCATECAS

A dos semanas de haber iniciado las vacaciones de verano no se ha obtenido la derrama económica esperada en el malecón de Progreso. Sin embargo, pese a la baja afluencia playera, hubo una amplia clientela durante todo el fin de semana en los distintos horarios de comida. Lo mismo sucedió en la zona de palapas y sombrillas.


La realidad es que la sumatoria de visitantes según datos de las autoridades fue de 10 mil turistas, un número poco razonable para la capacidad del Puerto. De acuerdo con estimaciones de representantes del sector, hay otros miles más presentes en las casas de playa en las comisarías.

Por otro lado, al parecer la promoción de influencers, agencias y páginas de destinos, apuntaló el arribo de visitantes a muchas otras playas más “privadas” o del disfrute local, propiciando la apertura de centros nocturnos y bares en los puertos de Telchac y Chicxulub.

En consecuencia, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) realizaron el cateo de varios establecimientos en la llamada zona de antros de Chicxulub ya que se mostraba una gran cantidad de turistas para disfrutar de la vida nocturna de las playas.


De acuerdo con el director de turismo de Progreso, Luis García Barroso, los preparativos de los negocios para esta temporada vacacional, han incluido mejoras en sus instalaciones, reparaciones a palapas, adquisiciones de equipamiento y trabajos regulatorios respecto de la calidad y salubridad de sus productos, lo que representa una inversión importante, que la poca derrama económica de en estas dos primeras semanas, ha quedado muy lejos de lo invertido por los comerciantes, a diferencia de la gran derrama económica en clubes nocturnos en otras playas.


En Realidad... Mientras los restauranteros y comercios pequeños que dependen del turismo sufren de las bajas cifras de visitantes, causado por la nueva ola de COVID y de los problemas económicos que se viven en el país, los sectores más jóvenes y acomodados de la ciudad de Mérida han demostrado que estos problemas los afecta poco, llevando a saturar los servicios nocturnos e incluso obligando a las autoridades cerrar estos establecimientos.






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