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En Yucatán, basta con tener dinero para hacer lo que te de tu ch*ng*da gana

En Dzemul, Yucatán los vecinos del fraccionamiento costero San Benito buscaron la ayuda del alcalde, pues dos hermanos empresarios construyeron un muro en plena calle, frenando la movilidad y perjudicando el paso.


El alcalde de Dzemul, José Flota Aké, mandó a derribar dicho muro porque los empresarios no contaban con los documentos ni permisos para levantar la construcción. Sin embargo, los hermanos empresarios, desafiando a las autoridades municipales, decidieron construirlo de nuevo.


La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente acudió al lugar, clausurando la obra otra vez. Pues de acuerdo con la regulación de calles en zonas costeras, no pueden utilizarse materiales como el cemento, asfalto o pavimento porque dañan las calles.


Lo que pasó en Dzemul solo fue la punta del iceberg, porque la verdad tiene otro lado, comenzando con los dos hermanos empresarios: Daniel y Víctor Campos Aguero, este último, es socio mayoritario de La Recova, conocida marca de restaurantes en la capital yucateca.


Estos dos no solo retaron a las autoridades de Dzemul, también amenazan con hacer un ecocidio en Sisal, aliándose con Fernando Eugenio e Isabel Barbachano Herrero para el proyecto “Paraíso Sisal”.


“Paraíso Sisal” es una amenaza para la naturaleza, pues aún sin el debido permiso federal, promueven la venta de casi 600 lotes de tierra en la zona costera de Hunucmá, Yucatán.


Hasta ahora se han deforestado cerca de 18 mil metros cuadrados para poner electricidad y conectar a casi 600 lotes de tierra, amenazando a la Reserva Ecológica “El Palmar”, por su cercanía.


La vergüenza es tan poca, que en la página oficial del complejo se promueve esta reserva como “la última playa virgen de Yucatán”,y también promueve la caza de aves migratorias y el acceso a aves exóticas y flamingos, vulnerando las poblaciones de fauna que arriban a la zona costera.


En Realidad, Dzemul es la punta del iceberg que destapó la mafia y la violación a las leyes del proyecto Paraíso Sisal.


Pero hasta ahora, ni los ayuntamientos, ni las Procuradurías han frenado a estos empresarios que, hasta la fecha, continúan burlándose incluso a nivel Federal.



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