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Del poder al piso… En Realidad, ¿el PRI se cae a pedazos en Yucatán?



Faltan menos de seis meses para las elecciones del 2024 y el PRI Yucatán parece mostrar síntomas de agonía:


Algunos acusarían que no tiene una estrategia clara para el 2024, pues mientras que ya se hizo el registro en alianza de fórmulas para las 6 diputaciones federales de Yucatán, la alianza a nivel estatal sigue sin concretarse.


Parecía una buena noticia cuando se dio a conocer que el priísta yucateco Rolando Zapata Bello está siendo considerado para ir con la alianza federal por un puesto en el Senado, pero la desconfianza en las filas locales sigue escuchándose.


Algunos han asegurado que su dirigencia en el estado olvida a quienes han dedicado años al partido y dividirlo, lo que se vuelve urgente de resolver cuando se observa que una parte importante de los yucatecos dicen que han perdido la confianza en el partido tricolor.


Y esa confianza sufre más golpes cuando se ve que por las candidaturas al gobierno de Yucatán, alcaldía de Mérida y presidencias municipales, el PRI no anuncia ni precandidaturas ni alianzas.


¿Hacen falta priístas? ¿Qué está causando esta crisis?


En Realidad, los priístas acusan una falta de liderazgo y convocatoria.

Entre aseveraciones más, o menos, atrevidas, se evidencia un fastidio respecto a la distribución de puestos y tareas. ¿La dirigencia del PRI en Yucatán solo toma en cuenta a sus amigos, a sus conocidos, a sus compadres?


Quizá algo del descontento es porque su propio dirigente estatal nunca ha obtenido un puesto por elección popular.


Ante todo este panorama desalentador, al menos sabemos que se dan cuenta. Tal es el caso que pusieron en marcha el proyecto Identidad Priísta, con el objetivo de “fortalecer” al partido, aunque el hecho de que el proyecto no sea coordinado por el presidente del partido alimenta la duda sobre la capacidad que tendrá el PRI Yucatán para reparar sus fisuras.


No es una tarea sencilla, y hay que reconocer que el partido también sufrió después de que sus últimas dos dirigencias estatales y una municipal dejaran la impresión de un mal trabajo, sin embargo, el panorama político del estado todavía podría incluir al partido tricolor.


En realidad, la militancia priísta ahí está. ¿Simpatizantes? También los tienen. El partido tiene una larga trayectoria de trabajo que no puede desaparecer en unos años. El PRI ha sido parte de la alternancia política que nos acerca a una democracia en la que el pueblo verdaderamente pueda elegir y ser escuchado, pero la historia no puede seguir manteniendo a un partido si no tiene una dirección clara y satisface –o al menos no decepciona– a aquellos que depositan su confianza en él.


El 2024 está a la vuelta de la esquina y con ello aumentarán las presiones políticas, quedará por ver si los esfuerzos del partido tricolor serán suficientes para levantarlo. Por el momento, aún con tantos alcaldes, alcaldesas, militantes y simpatizantes en las colonias, cuando buscamos al PRI, lo encontramos debajo de otros…


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