En México, 8 de cada 10 personas luchan cada noche para conseguir más de 8 horas de sueño, sumergiéndose en un promedio de apenas 5 horas. La calidad de nuestro descanso no solo es una cuestión de cantidad sino también de cómo dormimos, ya sea solos o acompañados, y cómo el estrés diario nos afecta más de lo que imaginamos.
El insomnio y la falta de sueño afectan negativamente a la salud, incrementando el riesgo de enfermedades crónicas, deterioro cognitivo y mental, reducción del rendimiento físico, y mayor probabilidad de accidentes. Abordar estos problemas mediante una buena higiene del sueño es crucial para mejorar la salud y el bienestar general.
6 de cada 10 hombres y 5 de cada 10 mujeres duermen alrededor de 5 horas por noche, siendo las mujeres más propensas a dormir menos de 4 horas. El estrés es la principal causa de la disminución del descanso (59%), seguido por el ruido y la luz (ambos con un 13%).
En realidad, mejorar nuestras noches es posible con una buena higiene del sueño. Establecer rutinas, reducir la exposición a pantallas antes de dormir y crear un entorno propicio para el descanso son pasos cruciales. Escuchar a nuestro cuerpo y apuntar a entre 7 y 9 horas de sueño es el ideal.
Para mejorar el sueño, el 44.5% encuentra útil escuchar música, el 19.9% practica meditación y el 10.8% consume suplementos, siendo los hombres los que más recurren a estos últimos.
Y los beneficios de seguir estos consejos son inmensos. Desde reducir el riesgo de enfermedades crónicas hasta mejorar nuestra salud mental. En realidad, dormir bien es más que un descanso; es una inversión en nuestra salud y bienestar a largo plazo.
Opinión de Felipe Ortiz.
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