Estamos viviendo una época sin precedentes en materia de vivienda, por eso me gustaría abrir el diálogo y exponer temas sensibles y polémicos que únicamente hablando sobre ellos podremos encontrar soluciones.
El primer punto es la impunidad. Son muchos los desarrollos en quiebra por negligencia de los desarrolladores. Desde departamentos de lujo en el norte de Mérida y en la costa por mencionar algunos.
Y es que los afectados por temor o vergûenza de saberse estafados optan por quedarse callados.
El segundo punto es el de las ciudades fantasma. Que son desarrollos que ofrecen “ciudades” en zonas muy lejanas a la mancha urbana y desconectados de los servicios básicos como escuelas, hospitales y comercios.
Estos desarrollos acostumbran invertir de manera masiva en publicidad y ofreciendo pagos pequeños y plazos de hasta 15 años.
Tercer punto el conflicto de interés de algunas empresas inmobiliarias, que aún sabiendo que un desarrollo no se llevará a cabo, optan por comercializarlo incentivados por atractivas comisiones.
Cuarto punto la especulación de la reserva territorial, que se ve alimentada de la proliferación de desarrollos de lotes de inversión distorsionando el valor real de la tierra.
Quinto punto, la precariedad laboral de los agentes inmobiliarios, que en la mayoría de los casos con nula preparación formal y sin siquiera contar con una relación laboral formal.
Abramos el debate y participemos con soluciones para un Yucatán sostenible.
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